sábado, 21 de junio de 2014

Comentario al evangelio de este domingo del Corpus


DESCUBRIR AL ALIMENTO: JESÚS.


En el domingo del Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo el evangelio que se proclama es la parte final del discurso sobre la multiplicación de los panes. Se ubica en el capítulo 6 del evangelio de san Juan.

Jesús ha hecho un milagro y explica porqué lo ha realizado(v. 51a): “Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo”.¿Quién es Jesús? Es el Pan de la Vida. Se hace alimento. Él es el alimento que se entrega a sí mismo (v. 51c) “el Pan que yo daré es mi carne”. Es su propia vida la que nos alimenta, con su muerte en cruz, desde donde derivan los dones eucarísticos: su carne y su sangre que en la Elevación y Exaltación por la Resurrección se convierte para nosotros en una vida inagotable (v. 51b) “vivir para siempre”.

Ante esta explicación que da Jesús sobre la sobreabundancia de la entrega-alimento para nosotros de su propia vida (v. 51) no es suficiente para los judíosY por eso siguen disputando si eso era verdad, si se puede comer su carne (v. 52). Se dejan llevar por sus lógicashumanas.

Jesús deja a un lado la explicación y pasa a la predicación(v. 53-58), les insta, les denuncia, les llama a la atención con ternura, les exige la conversión: “Os aseguro que si no coméis la carne del Hijo del Hijo del Hombre y no bebéis su sangre no tendréis vida en vosotros”. “El que tenga la vida eterna, yo lo resucitaré en el último día”. “El que me come vivirá por mí…, vivirá para siempre”.

Son afirmaciones que en este fin de semana, en el hondón de nuestra alma debemos rumiarlas y escucharlas predicadas de los labios de Jesús para que descubramos al alimento: Jesús. Y así seamos verdaderos espíritus eucarísticos.