lunes, 13 de abril de 2015

Crónica de la Pascua de Jóvenes de Illescas en el Viso de San Juan




La parroquia de Santa María de Illescas ha ofrecido, como todos los años, la posibilidad de vivir la Semana Santa más cerca de Jesús para adolescente y jóvenes. Un grupo de 20 jóvenes y adolescentes, algunos de nuestro colegio, nos atrevimos a vivir unos días apasionantes. Junto a 6 jóvenes de la parroquia del Viso que fueron acercándose a distintas actividades.

“Haz latir el corazón del mundo” ha sido el lema que nos ha acompañado para descubrir que nosotros unidos a Jesús podemos hacer maravillas sorprendentes. El “Jerusalén” donde nos hemos encontrado con Jesús ha sido el pueblo del Viso de San Juan. Allí hemos descubierto la presencia amorosa de Jesucristo. Su hospitalidad y acogida ha sido un acontecimiento y un recuerdo continuo que somos Iglesia.

Comenzábamos el jueves santo, el día consagrado al servicio, a la entrega…, con un testimonio de  Lucia Manrique, profesora de nuestro centro. Dio testimonio de su vida cristiana y también nos habló de la experiencia que tuvo varios meses en una misión en África. Este encuentro ya puso las bases para lo que ha supuesto esta Pascua: ¿Quién puede hacer latir el corazón del mundo? Jesús, vivir como Él. Por eso ese primer día hicimos un acto de misión en el pueblo con los niños realizando juegos y teniendo un momento de catequesis explicando lo que estábamos celebrando. En este día dedicado a mirar a Jesús los distintos actos que tuvimos como la cena judía, la hora santa, la celebración de la Eucaristía, los turnos de adoración por la noche…, nos sirvieron para acercarnos al interior de Jesús y comprender en ese día que lo que cambia el mundo es el Amor, olvido de sí, estar atentos al cumplimiento del Padre Dios.


“Nadie me quita la vida, sino que yo la doy libremente”. De esa noche de intimidad con Jesús nos acercábamos al viernes, día de su entrega libremente. Descubríamos cómo lo hace Jesús para hacer latir el mundo. Olvidándose de sí mismo y abriéndose al querer de Dios. Desde las laúdes y el tema que reflexionábamos sobre la redención: ponerse en lugar de otros. El Vía Crucis, el buzoneo por las casas  y la adoración a la Cruz nos ayudó a tener presente que hoy llega la Redención de Jesús y necesita de nosotros para acompañar en el sufrimiento y hacer presente su amor a toda la humanidad.


El jueves y el viernes en nuestra pascua de jóvenes nos abrió a la esperanza. Saber que todo viene del Amor. El amor de una Madre y el Amor de un Hijo que quiere hacerse ante todos hermano. El desierto por los campos del Viso de San Juan fue la ocasión para sentir la ausencia de un mundo y una vida sin Él…, decidiéndonos con la Virgen a vivir la Vida grande.


La Vigilia Pascual la vivimos en la parroquia de Illescas. La comunidad parroquial celebrábamos una gran verdad: ¡ÉL VIVE!





Muchas gracias al pueblo y a la parroquia del Viso de San Juan, a su párroco y a las hermanas. Ha sido un don de Dios vivir allí la Pascua. ¡Dios sea bendito!