En la mañana del 16 de octubre con los cursos de 4º, 5º y 6º de primaria acompañados de sus profesores y de una familia muy de nuestro colegio que estuvo de misión en Perú (Moyobamba) durante 3 años tuvimos la Eucaristía para dar gracias a Dios por el nuevo curso, ser enviados para recibir lo bueno y hacer lo que está en nuestras manos para aprovechar el curso. La misión a la que se nos llama a alumnos, profesores y padres no es distinta a la de tantos hombres y mujeres que dejándolo todo se entregan a los más pobres de los pobres. ¡Nosotros también somos Domund! ¡Todos somos misioneros de la misericordia!
En la celebración de la Eucaristía tuvimos muy presente a los misioneros. Recibimos el testimonio de Tito y Silvia junto con su niño recién nacido. Ellos durante tres años compartieron su vida en tierras de misión. Ella es ahora profesora de nuestro colegio. Por eso cuando hablaba a nuestros alumnos teniendo muy presente cómo son nuestras condiciones materiales y económicas nos invitaba a que fuéramos sacrificados y sensibles, rezando también los misioneros. Su marido nos compartió la realidad de los niños, adolescentes y familia. Lo que le tocó hacer allí. Todo un testimonio de tener los ojos y el corazón bien abierto para cualquier necesidad sea del tipo que sea y colaborar con nuestras personas. ¡Les agradecemos de corazón su presencia y su palabra! Nos hizo mucho bien.
Los niños se comprometieron a que durante este fin de semana a hacer un experimento: a ver si de algo de lo que tienen se pueden desprender y cuánto están dispuestos a colaborar con su aportación económica que entregarán este lunes en las huchas que haya en cada clase del colegio.
