La Virgen María es nuestra intercesora y compañera de camino para que nuestra vida sea grande. Por eso nosotros sus hijos (todos los que en este centro estamos) volvemos a renovarle nuestros deseo de seguir amando a Jesús con todo el corazón en medio de las circunstancias diarias.
Así está expresado en estos días en nuestro oratorio: la imagen de la Virgen junto a Jesus.