miércoles, 25 de junio de 2014

No soy yo, sino Tú en mi....



Ayúdame Señor, a comprender que para alcanzar la cima de la montaña hay que atravesar el largo valle. 
Que la vela difunde su luz a base de consumirse poco a poco.

Ayúdame, Señor, a desprenderme de las pretendidas seguridades que no puedo tener y que me hacen tan inseguro;
Ayúdame a comprender que mis temores aumentan mi inquietud y mi impaciencia.

Ayúdame Señor, a aceptar mis limitaciones.

Confío en Ti como un niño que se siente seguro en brazos de su madre. 
Ayúdame a caminar por donde no puedo ver sabiendo que tú estás ahí conmigo.