Todos: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Todos: Señor Jesús estamos en tu presencia. Tú ahora nos miras y nos cuidas. Gracias por la Vida y la Familia.
El padre de la familia explica el evangelio del domingo a todos los de la casa y hace alguna concreción para vivirlo durante la semana.
Todos: Tu Palabra nos da vida y descubrimos que debemos escuchar estar más atentos, no ser sordos a tus palabras. ¡Qué bonitas son tus Palabras de vida!
Los hijos: Jesús ayúdanos en esta semana a escucharte. Cuando por la noche te recemos, hablemos contigo ayúdanos a ver lo que hacemos mal y a realizar siempre el bien. Te queremos mucho pero donde más nos cuesta quererte es cuando nos enfadamos con los demás, cuando les insultamos, cuando no les apreciamos. Que el Amor que te tenemos poco a poco se vaya notando en querer a los demás.
Los padres: Cuántas obras de misericordia necesitamos en nuestra vida para que construyamos tu Presencia en medio de nosotros. Jesús danos el don de la contemplación, que templemos nuestro corazón en la escucha y en el silencio para ver lo que tú quieres realizar por medio de nosotros. Sólo podemos amarte a Tí y a los demás cuando hacemos el silencio de toda nuestra persona, cuando nos olvidamos de nosotros.
Todos: Bendito seas Jesús. Eres Santo. Eres Bueno. Te pedimos por todas las familias para que aprendamos a amar en la escuela de la Escucha. Te pedimos por todos los niños, jóvenes, matrimonios, ancianos para que aprendamos a amar desde el silencio de nuestra vida. Por medio de la Virgen de la Caridad nos ponemos en tu presencia.
